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Sanar una Nación dona 175 millones en medicamentos y alimento fortificados

La alianza empresarial Sanar una Nación realizó una donación  de RD$175 millones en medicamentos y alimentos fortificados con lo cual se beneficiarán más de 100,000 pacientes de la población más vulnerable ante la COVID-19.

La situación a raíz del coronavirus llama a los sistemas de salud a organizarse y promover una adecuada estrategia de comunicación, lograr una respuesta simultánea a la COVID-19, manteniendo los servicios esenciales de salud, de acuerdo a Dulce Chahín, asesora medica de Sanar una Nación.

Dulce Chahín, Asesora médica de Sanar una Nación
Dulce Chahín, Asesora médica de Sanar una Nación

Afirma, se debe prestar atención a la población de adultos mayores, a quienes la emergencia sanitaria les limita aún más su interacción, por su alta vulnerabilidad. Debe ser priorizada la protección de los trabajadores de la salud: médicos, enfermeras y laboratoristas, proveyéndoles equipos de protección personal si están tratando a pacientes con o sin sospecha o confirmación de la COVID-19.

“La pandemia se encuentra con las dificultades preexistentes de las naciones en materia de salud en  una carrera contra el reloj por responder a la crisis y al mismo tiempo mantener en pie los servicios de salud habituales”.

En tal sentido, la también Oficial Nacional de Programas de Salud Sexual y Reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) asegura que es vital asegurar que todas las personas, especialmente las más vulnerables, puedan seguir acudiendo a las consultas, y seguir recibiendo medicamentos e insumos. Es primordial no dejar caer los avances que exhibe República Dominicana: la reducción de la mortalidad materna e infantil, el compromiso del Estado con la salud, a través de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) al 2030, entre otros. No dejar a nadie atrás, priorizando a las niñas, niños, embarazadas, lactantes y adultos mayores, es un imperativo con más fuerza en este tiempo.

Dice que este contexto de emergencia sanitaria es una oportunidad para los Estados y sistemas de salud de brindar respuesta eficiente y eficaz, junto al cumplimiento de la ciudadanía de las medidas de contención dispuestas por el gobierno, la solidaridad y los lazos de cooperación público y privado, así como de los programas de responsabilidad social privados, permitirán aunar esfuerzos para librar la batalla ante el coronavirus.

“El derecho a la salud aparece no solo entre los primeros derechos fundamentales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino también en las constituciones o carta magna de los países. La salud es una de las grandes aspiraciones de la humanidad, consignada además en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de cara al año 2030”. Dulce Chahín, Oficial Nacional Programas Salud Sexual y Reproductiva, Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)  y asesora médica de Sanar una Nación

Ante la pandemia del coronavirus (COVID-19), los Estados y sus sistemas de salud enfrentan un gran desafío. Las proyecciones oficiales apuntan a una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes en la historia moderna.